Me regaló la vida un preciado tesoro Ese que en la existencia es un bello querer Madrecita querida, madrecita que adoro Eternamente madre yo te respetare Para este sacrosanto amor siempre soñado Nuestro hogar convertido en un hermoso altar Forjado de esmeraldas, rubíes y diamantes De oro; plata; perlas; de marfil y coral Encontré en tu regazo madrecita querida El bálsamo que siempre, siempre busque Y cuando estoy perdido sin luz tú eres mi guia Tú me das esperanza, y con ella la fe Muy grande es el tributo que debo yo rendirte Dulcificando siempre tu noble ancianidad Te colmare de besos, caricias y atenciones Y de tu lado nunca me alejaré jamás Muy grande es el tributo que debo yo rendirte Dulcificando siempre tu noble ancianidad Te colmare de besos, caricias y atenciones Y de tu lado nunca me alejaré jamás