Trajes y cortinas cuando estaba a punto de olvidar los días de la casa de cristal. Polvo en las ventanas y las velas amarillas y las luces que tu hermana nos regaló. Tu cara de satisfaccion y los muebles del salón. Pelis de vampiros y fantasmas digitales brillan de pronto en tu cara como una máscara. Las luces del piso de enfrente que se encienden y se apagan, escuchando los discos de Sarah hasta que eran las seis. Bebiendo vino de cartón, asomados al balcón. Miro en la cocina o en el supermercado, y la nieve de este cuarto pide dormir He esperado a veces pero ahora estoy cansado. Sólo espero no encontrarte si estás por aqui Y que no existieras nunca más, que no existieras más. Y que no existieras nunca más, que no existieras más.