Hay en mi pago una paisanita Y en muchas leguas no hay otra más churita Sus grandes ojos parecen luceros Dos quellusisas que alumbran mi sendero Labio de grana, mielcita de quella Cuando sonríe, por Dios, ¡qué cosa bella! De cuando en cuando se va a la represa Cuantito llego sonriendo se me aleja Su risa alegre y tan cristalina Es el regalo de una diosa divina Todos los changos suspiran por ella Pero se muestra lejana como estrella Dorada imagen que habita en mis sueños ¡Ay, si pudiera ser un día tu dueño! Intento hablarle pero no me deja Cuantito llego sonriendo se me aleja