Vimos luz oímos truenos y se abrió el cielo azul y nos volvimos todos buenos Vimos muertos caminar y al llegar todos al huerto se pusieron a bailar Siete ángeles y trompetas Siete sellos, fuego y sangre como predijo el profeta Y habló Él blanco y oro Nos postramos a sus pies y comenzó a sonar un coro Y dijo: "Que arda la tierra y que arda el mar que arda la tierra y que arda el mar el Caído la supo conquistar". Ya no hay hambre Ya no hay sed Ya sentimos el calambre Ya no hay por qué padecer