A defender la Patria amenazada partieron sin botes de Atacama; eran cinco mineros de faz tostada los que así juraron con toda el alma: "Partimos juntos, juntos luchemos, seremos todos igual que hermanos; y si uno muere, que mueran todos. ¡Digan juramos!" "Jurado, hermanos". Fue en la batalla de San Francisco; peleando cual titanes juramentados, tres de aquellos bravos muertos quedaron y sobre sus tumbas, este epitafio: "Cayeron entre el humo del combate, peleando por su Patria y por su honor". Heroicos y esforzados camaradas, valientes de Atacama, adiós, adiós...adiós. Frente a las defensas y los cañones, dos que defendían la entrada a Tacna, fieles ahí cumplieron su juramento, los dos que quedaban del Atacama: "Partimos juntos, juntos luchemos, seremos todos igual que hermanos; y si uno muere, que mueran todos. ¡Digan juramos!" "Jurado, hermanos". Juntos cayeron entre las balas, mezclando su noble sangre, sangre de hermanos; y desde lo alto sus camaradas fueron repitiendo este epitafio: "Cayeron entre el humo del combate, peleando por su Patria y por su honor". Heroicos y esforzados camaradas, valientes de Atacama, adiós, adiós. Valientes de Atacama, adiós, adiós.