(canción) ¡Ay, corazón! Cuando se cierra en los valles quésombra te va envolviendo la oración. Y en la soledad, qué estrella guiarte puede, si amortajada de luna la noche está. Noche sin horizontes alaba sin esperanza, noche de inmensa calma, me ciega el alma tu claridad; y se alza al infinito, muriendo, el grito de mi ansiedad. ¡Ay corazón! Rodando cayó la luna y yo me quedo en las sombras con tu aflicción. Cielito azul, descanso de toda pena cuando se muestra, piadosa La Cruz del sur. Noche de azules sombras, si no veré la aurora, que milagrosa y bella fije una estrella tu eternidad, porque, desesperado, sé que ami lado no vuelve más.