No consigo entender a los jugadores de ajedrez que en el tablero de la vida se mueven con rapidez Fríos, listos y cerebrales, yo me quedo con los radicales, orgullosos de mirada altiva regidos por leyes naturales, que el tiempo hará insobornables. Código de honor, lealtad o muerte. De cobardes, yenas y lobos, lavarse las manos es propio, jamás toman partido, se reirán de tu destino. Fríos, listos y cerebrales, yo me quedo con los radicales, orgullosos de mirada altiva regidos por leyes naturales, que el tiempo hará insobornables. Código de honor, lealtad o muerte.