Para caer hasta el cielo Hay que tenerle respeto al hambre Para subir hasta el fondo Hay que decirle bajo al oído Dejar que se haga fuerte el mar Mirar con deseo lluvias sin sal Soplar las sonrisas echas de miel Todos los días mi alma cambia de piel Para volar de mi cabeza Hay que cantarle al grillo Para huir de la costumbre No hay que temer un viento ajeno Fama sin dueño de un tiempo adelante Delicadeza, canto y amor Soplar las sonrisas echas de miel Todos los días mi alma cambia de piel