Toda vestida de blanco Almidonada y compuesta En la puerta de su casa Estaba la niña negra Un erguido moño blanco Decoraba su cabeza Collares de cuentas rojas Al cuello le daban vueltas Las otras niñas del barrio Jugaban en la vereda Las otras niñas del barrio Nunca jugaban con ella Toda vestida de blanco Almidonada y compuesta En un silencio de lágrimas Lloraba la niña negra Toda vestida de blanco Almidonada y compuesta En su féretro de pino Reposa la niña negra A la presencia de Dios Un ángel blanco la lleva La niña negra no sabe Si ha de estar triste o contenta Dios la mira dulcemente Le acaricia la cabeza Y un lindo par de alas blancas A sus espaldas sujeta Los dientes de mazamorra Brillan a la niña negra Dios llama a todos los ángeles Y dice: ¡Jugad con ella!