Mucho te di y me diste ya En esos minutos de eternidad De los diminutos rincones de luz De la inmensidad, del universo Mojamos la pluma sagrada del ser En ese tintero de amor que hace bien Y así dibujamos a puro color Un rumbo embriagando silencios Vino la aurora de un sueño Y el mar llevó con las olas Veleros de besos hacia un sol, pleno Aquel paisaje de playa y cerros Guardó la huella de nuestros pasos Mensajes sobre la arena blanca Y el infinito en la mirada