Fuera del camino que marcan los demás; juzgado por su imagen, por su criterio personal. Y en cuanto sale a la calle, lo miran al pasar. Le insultan las miradas, las risas en voz baja. No respetan su libertad. Sigue siendo tú mismo, siempre a gusto contigo. Sigue siendo tú mismo, siempre a gusto contigo. Y ya en su casa los padres lo intentan convencer: cambiar de ropa, su pelo No le comprenden bien. No respetan su libertad. Sigue siendo tú mismo, siempre a gusto contigo. Sigue siendo tú mismo, siempre a gusto contigo. Son cauces de presión que te hacen renunciar, a tu instinto interior, y te introducen dentro de la manada. Hay que saber ceder algunas veces. Pero no dar la razón sin verlo claro Sigue siendo tú mismo, siempre a gusto contigo. Sigue siendo tú mismo, siempre a gusto contigo.