Con tu figura imponente, con tu carro de frutos cargado Te invoco blanca Cibeles, junto a tus fértiles tierras Son tus leones pacientes, es tu corona muralla Te vistes engalanada, en medio de aguas surgentes Custodiando tus espaldas dos amorcillos juegan al agua Con ánfora y caracola, con manos tiernas cubren tu marcha Con ánfora y caracola, con manos tiernas cubren tu marcha Hipómenes y Atalanta, atentos van los amantes Protegen en el camino tu cetro y llave ancestral Tu guardia el castrado Atis, joven Dios pino de vegetación Refresca a tus leones, convertido en un mascarón Tu origen fue un meteorito que en Pesinunte forjó tu templo Después llegaste hasta Grecia, y Claudio en Roma te dignificó Después llegaste hasta Grecia, y Claudio en Roma te dignificó Augusto fundó Barcino, y tu santuario allí consagró Cruzaste el mediterráneo, y en santa Eulalia tu culto quedó Intensa está tu mirada, diosa Cibeles puro verdor Añoras a tu anatolia, tu tierra fértil de Asia menor Dialogas entre otras fuentes con Dios Neptuno y su tridente Dialogas con Dios Apolo y con su lira que canta al Sol Pero tus sueños se entornan hasta anatolia que te hizo surgir Extrañas al Dios Dioniso, que entre sus danzas dejaste ir Extrañas al Dios Dioniso, que entre sus danzas dejaste ir Extrañas al Dios Dioniso, que entre sus danzas… Dejaste ir