Las olas mueren en mí, Me va tapando la sal. Mi espalda lleva tatuada Castillos como de cal. El cielo se arremolina: ¡Tu ausencia me trata tan mal!... Sobre arena mojada, Sobre arena caliente, Corro sin desenfreno Cuando mi alma te siente (Hasta que vuelvo a caer). La noche se nubla de gente. No nací para estar lejos de vos. Caracoles que crujen Al pisar mi pulgar, Mariposas que cruzan (Se roban el mirar), Mediomundos sembrando muerte A orillas del mar. Avenidas infieles Sin pensar me iluminan; El ruido de la calle Le da luz a mi ruina. Y ese filo que pega Sin hilo, sin una salida. No nací para estar lejos de vos. Vi nacer el sol del medio de las aguas, Vi sus rayos cegando el andar de los seres Sé que nunca escaparé Del amor de tus redes. Y la luna soñaba corrientes de espuma; El rumor de los vientos que me hizo voltear. Tus ojos ya me tendieron Una trampa mortal. No nací para estar lejos de vos. (Me perdí en vos otra vez, nena).