Nadie como tú, siente mi mirada Y advierte mis ganas, cuando te deseo. Nadie como tú, sabe provocarme, Sabe acariciarme, cuando te deseo. Pero estas tan lejos, y yo estoy tan solo. Y mi carne es débil, mi fuerza es tan débil, Que lo olvido todo. Nadie como tú, sueña entre mis brazos, Y muere despacio, al sentir mis manos. Nadie como tú, desnuda mi cama, Se entrega y me ama, cuando nos amamos. Pero estas tan lejos, y yo estoy tan solo, Y la noche me llama, el deseo me llama, A entregarme a otra. Y apago la luz, para recordar El olor a ti. Y apago la luz, para imaginar, Que me entrego a ti. Y apago la luz, para recordar el sabor a ti, Y apago la luz para imaginar que te siento a ti. Pero estas tan lejos, y yo estoy tan solo. Nadie como tú, me sigue queriendo, Me sigue entendiendo cuando terminamos, Nadie como tú, me ayuda a vivir, Me ayuda a seguir, cuando despertamos. Pero estas tan lejos, y yo estoy tan solo, Que mi carne es débil, mi boca se enciende Que lo olvido todo. Y apago la luz, para recordar El olor a ti. Y apago la luz, para imaginar, Que me entrego a ti. Y apago la luz, para recordar el sabor a ti, Y apago la luz para imaginar que te siento a ti. Pero estas tan lejos, y yo estoy tan solo. La noche me llama, el deseo me llama, A entregarme a otra… Y apago la luz, para recordar el sabor a ti, Y apago la luz para imaginar que te siento a ti. Y apago la luz, para recordar, el olor a ti. Y apago la luz, para imaginar, Que me entrego a ti. Y apago la luz, para recordar el sabor a ti, Y apago la luz para imaginar que te siento a ti. Y apago la luz, para recordar, el olor a ti. Y apago la luz, para imaginar, Que me entrego a ti.