Andaba por los cuarenta las rosa de Penaflor, senora de escudo y renta, hermosa y sin un amo. Y de pronto un dia cambio de peinao, cambio de peinao, y la vio to er pueblo sali ar zaguan, y a desirle adioses a un nino tostao, a un nino tostao, que partio galope sobre su alazan. Amante de abril y mayo, moreno de mi pasion, te llevo como a caballo sentao en mi corazon. Me estan doliendo los centros de tanto querete a ti, me corre venas adentro tu amor de mayo y abril. Desde los pies a la boca, que aprendan todas de mi, ay, ay, ay de mi! a querer como las locas. Hablaron mas de la cuenta las ninas de Penaflor que si ella tiene cuarenta y que el solo veintidos. Pero contra el viento de la comidilla, de la comidilla, a pesar del tango de lo de la eda, la vieron casada sali de mantilla, sali de mantilla, con aquer mosito de la catedral.