Juan Záizar

El Prisionero

Juan Záizar


Voló, voló, voló, voló
Una paloma mensajera que voló, voló, y voló
Llevando junto al corazón
Una angustiada y triste carta muy cargada de dolor

Lleno de rabia y de rencor
Halla en la cárcel de mi pueblo, un prisionero la escribió
Pedía justicia y no perdón
Pues había sido ya juzgado y condenado sin razón

Pena de muerte al sentenciado, por castigó se le dio
Se le culpaba de un delito que jamás el cometió

Se fue, se fue, de allí partió
Aquella blanca palomita que a lo lejos se perdió
Bajo sus alas se llevó
La fe, la vida y la esperanza de aquel hombre halla en prisión

Al fin llegó, al fin llegó, con el mensaje a su destino, y no halló contestación
No hubo clemencia, ni perdón
El avecilla entristecida junto al reo no volvió

El prisionero antes del alba fue llevado al paredón
Y la descarga puso fin a un inocente corazón

Se oyen rumores que una noche muy obscura en el panteón ante la tumba de aquel preso una paloma allí murió