En abril también duelen las despedidas. Si agosto te quemó la sonrisa Y dejó tu cama tan vacía Que te crees que ya no quedan días Ni humedades, ni nuevos noviembres Y estás perdida, Llámame. Si otra vez -y el azar no lo quiera- Te vuelven a robar la cartera O te encuentras sola en carretera Si saber donde está tu frontera, Si un ejército de dudas negras Se colara por la chimenea. Llámame, No tengas miedo a nuevas puertas. Llámame, No tengas miedo. Elena me llena de ternura, Anochece la niña de luna. Elena se maquilla la cara, Ilumina despacio la casa. Elena se levanta y no se olvida. En abril también duelen las despedidas. Si agosto te quemó la sonrisa Y dejó tu cama tan vacía Que te crees que ya no quedan días Ni humedades, ni nuevos noviembres Y estás perdida, Llámame. Tú llámame.