Siento tu cuerpo cansado recorrer mi espacio, despacio. Siento tu piel a mi lado que descubre mi piel lentamente, y me llama y me lleva tranquilo a beber de tus fuentes, sin pudor. Llega la noche y espero desvelar, furtivo, tu secreto. Vuelvo al sabor de tus labios cada instante tu olor me acompaña y me gusta pensar que no hay más que enredarme en tu falda, que no hay lago ni mar que no sea perderme en tu espalda. Y así voy, paseando por ti, y así voy deteniéndome en ti. En tu brazos que se hacen cárcel de pasión, en tus suaves caricias que son obsesión, en cada gesto tuyo que se hace razón de locura, en cada movimiento perfecto bajo mi cintura. Besos de claro deseo se deslizan tenues por tu seno. Llego a rozar tu cabello que me lleva hasta un mundo de ensueño y me invita a viajar por el reino de tu terciopelo y no sé ya si voy o si vengo si ando o si vuelo.