José Larralde

Un Perro Muerto No Más

José Larralde


Lo vi, tirao, de pasada en un costado de la huella
Un perro muerto nomás, que al final poco interesa
Seguro toreó a un auto y cayó bajo una rueda
O tal vez de puro sonso, ni vio el peligro siquiera
Y, por ser manso y confiao, encaró sin darse cuenta, que también pueden, los perros, ser distraídos una güeltas
Y andar, como los cristianos, cabresteando alguna pena

Y porque yo en esa tarde diba de cabeza fresca
Seguí pensando en su muerte en un costao de la huella
Y lo empecé a acomodar adentro de mis ideas
Lo hice mío o de otra gente, pal caso sea como sea
Pero se me hizo que el pobre tenía dueño y de alguien era

Lo imaginé seguidor de un caballo campo ajuera
Ayudando a su patrón a lidiar con las ovejas
O convertido en guardián de alguna casa campera
Y me pareció escucharlo ladrando a una comadreja
O esperando a algún ratón junto a una pila de leña
Que los perros, compañero, más de un servicio nos prestan

Por ahí me dio por pensar siguiendo con mi sonsera
Que pudo ser de un gurí que lo acompañó a la escuela y
Mientras él estudiaba, salió a campear una presa
Y solo encontró la muerte en un costao de la huella

Y ahí sí, ahí la idea se me puso más triste que la otra idea
Porque un perro pa un muchacho es por el campo, aunque no crea
Amigo, hermano y juguete pa pasar horas enteras
Se llamaría Guardián, Barbucho, Pinta, Sorpresa
Bravo, Gaucho, Capitán, el nombre que le pusieran
Si ahura total está muerto y eso tampoco interesa

Solamente hay que pensar que en algún rancho lo esperan
Y no faltara el que diga que se jué tras de una perra
Pensando que el muy ladino ni extrañará la querencia
Ya nunca saldrá por el campo bajo el estribo del que muenta
Ni seguirá a un muchachito que hoy lo entristece su ausencia
Ni cuidará de las casas en un costao de la puerta
Por eso, pa qué pensar si esto nada rimedéa
Y estas cosa al final se olvidan, como cualquiera

Lo vi, tirao, de pasada, en un costado de la huella
Un perro muerto nomás, que al final, poco interesa