Ayer estuve em aquel rancho amigo Pa escuchar al hombre que mucho me há dicho Me alzo um mate y se quedo callado Em um silencio que yo nunca he visto. Aunque su brazo temblando estuviera Cebava em calma y lo hacia sabroso Y me dijo siempre que mate lavado..., Solo después de haberse muerto. Entonces, suave, le hable despacio - porque el silencio em um dia tan claro? Y el viejo pronto contesto tranqüilo ...- hoy solo quiero mirar tu sonrisa Y asi em mi pecho como um potro alzado Mi corazón se puso a abrir a golpes Y comprendi que solo escucharia El ronco amargo y el tarariar del fuego Y alli yo supe que no más tendria Las cosas buenas que el viejito hablava Quien sabe em reza com mi tata dios Mate la sede de las tardes serenas...