Con mi payanca de amor, siempre mimao por la mujer, pude enlazar su corazón... ¡Su corazón! Mil bocas como una flor de juventud, supe besar, hasta saciar mi sed de amor... ¡Mi sed de amor! Ninguna pudo escuchar los trinos de mi canción, sin ofrecerse a brindar sus besos por mi pasión... ¡Ay, quién pudiera volver a ser mocito y cantar, y en brazos de la mujer la vida feliz pasar! Payanca, payanquita de mis amores, mi vida la llenaste de resplandores... ¡Payanca, payanquita ya te he perdido y sólo tu recuerdo fiel me ha seguido! Con mi payanca logré a la mujer que me gustó, y del rival siempre triunfé. ¡Siempre triunfé! El fuego del corazón en mi cantar supe poner, por eso fui rey del amor... ¡Rey del amor!