No es tiempo de decirle al hombre qué camino debe tomar, si se le han dado todos y no ha echado a andar. Es hora de dejar bien claro de qué lado está cada cual, si de los que se sientan o de los que van. No es tiempo de cantar, no es tiempo de decir palabra alguna que no sirva para confundir. Ni servirá esperar que alguien grite por mí; quien sigue estando en venta es que prefiere malvivir. Y yo veo al hombre, y yo creo al hombre que ha dado cuanto tiene y va luchando tras de su verdad sin tregua No estoy aquí para anunciarte nada que tú no sepas ya de cómo conseguir tu propia libertad No quieras ser luz para nadie ni tomes de las que otros dan, más que la imprescindible para caminar. No servirá pasar de lo que no entendí, si no tuve paciencia para entregarme hasta el fin. Es tiempo de quedar eternamente aquí, dejando a nuestro paso vida a los que han de venir.