Ella tuvo repleta la clientela Con esos ojos color candela Y esa forma de reír. Hay descontrol en la escalera, No hay horas para sara. Levantaba una pasta a los maduritos, Bajaba el precio a los escolares; Era una vida feliz Entre la cama, "diez minutos" Y los cuarenta principales. No había mal ni bien Que ella no encerrara, Hay un misterio Bajo la piel de sara. No había bien ni mal Que ella no borrara, Hay un misterio Bajo la piel de sara. Pero ciertos caprichos se pagan caro: A estas alturas se ha enamorado De una sonrisa infantil. La viene a ver desde hace un año Y nunca le ha cobrado. Aún sería la reina del vecindario Si en un registro domiciliario No se llega a descubrir La identidad del protegido... Hijo del comisario. Hoy gobierna en un club de la carretera Porque esos ojos y esas caderas No se han dejado rendir: No hay otra hembra más hermosa En la pantera rosa.