ENEGARREN POSTALA, FILMETAN BEZALA Entre todas las respuestas posibles, cariño, has ido a elegir la única que me sorprende sin cobijo: el silencio. Te deseo una felicidad perseguida con ganas, un nuevo cuarto de siglo lleno de afanes y anhelos cotidianos. Que el tiempo sea leve con nosotros, los últimos luchadores por la ternura; que sea leve también con tu belleza. Y que nos siembre el camino de ocasiones de encontrarnos, hermosas, leves, un poco ambiguas, como en las películas.