Recordaré de tu pasión la inmensidad. Recordaré la imagen fiel que me adoró. Evocaré de tu mirar la suavidad y soñaré que aquel ayer no se alejó. Recordaré la noche azul en que te vi en el jardín primaveral de la ilusión. Recordaré que hoy, al partir, me estremecí cuando miré las rosas de mi amor temblando en tu balcón. El recuerdo de tus ojos, tus sonrisas y tus besos, han de ser en mi camino brillantísimo fulgor. Si me alejan de tu lado viviré con tu recuerdo. Viviré acariciando tu nombre entre vagos rumores y ensueños. Viviré de las horas pasadas mi sublime novela de amor. Recordaré de tu querer la inmensidad, recordaré de tu besar la ensoñación, y al evocar de tu reír la claridad me cubrirá un velo gris de desazón. Recordaré que suave luz te iluminó cuando besé, ebrio de amor, tu boca en flor. Recordaré el madrigal que te brindó mi inspiración, al ver tu hermosa faz teñida de rubor.