Mi viejo nunca lo escucho a Bob Dylan En el Winco de mi abuelo no cabía el Rock And Roll No había espacio en la fotografía Como para que lloviera aún mientras había Sol De mi otro abuelo, un orgulloso ferroviario Heredé el amor al tango aunque no lo conocí Se fue al cielo de los justos laburantes Justo antes del octubre en el que yo nací Esos tangos que sonaban en mi casa Junto el alma de mi vieja y pegados a mi voz Entre el Feo, Julio Sosa, Troilo y Grela El Polaco trajo pena y la dejo en esta canción Los amargos a la hora de la siesta Lo veo a mi bisabuelo en la vereda y su bastón Los anteojos de mi abuela con su Knitaxx Y una infancia en tardecita en 67 y 2 Serán los recuerdos desde siempre Será que una noche los vea venir Será que hace tanto tiempo se fueron Que ya casi ni recuerdo si me despedí Los domingos, La Albirroja a las 14 Gottardi, Julián Camino, Trama, Herrera, Lemme y Brown Este ateo de religión Bilardista Vio la vuelta por la pista, conteniendo la emoción Cuando llueven caramelos media hora Las mudanzas y la angustia, el recreo, el normal 3 Estación y el Lado B del disco Vida Fueron puerta de salida a unos ojos color miel Desde pequeño siempre Pescado Rabioso La energía hecha poesía de puentes amarillos Hasta hoy me mata Poseído del Alba Para mí sos Luis Alberto, algo así como la voz de Dios Libros rojos enterrados en el patio Di Giovanni, García Lorca, Bakunin y la pasión Tus canciones Comandante de Cañada La memoria está marcada, suena la revolución Tal vez ahora se nos venga la noche Y Tal vez el recuerdo hoy se apiade de mí Si tal vez algún día yo pudiera Decirles: Les debo todo lo que fui Ya pasaron 37 del partido Esas marcas dolorosas que guarda este corazón Una tarde que parece una agonía Trae la melancolía de un tiempo que ya paso Mis abuelos me llenaron de alegría Transformando la carencia y la tristeza en ilusión Por eso hoy gracias digo, nobleza obliga Mi vida ahora es su vida y les dejo esta canción Abrí, abrí una ventana del cielo Dale, che son cinco minutos, no es tanto pedir Dejar que pueda decirles que extraño Verlos por la tarde y los deje partir Saber que están bien, y que recuerdan Al pibe chiquito ese que algún día fui Que sigo aún su ejemplo de lucha Que casi siempre es mucha y que jamás me vendí