Casi sin darme cuenta, crecí y me hice mayor Aplazaba el futuro y a ti te debía una canción Arreciaba el invierno, congelando la vida No moría lo viejo ni lo nuevo nacía Era un tiempo de ruido febril incendiando pantallas Nuestro verbo perdía el matiz avivando las llamas A la espalda, una piedra, rumbo sin horizonte Cautivos pedalean esquivando los coches Y mientras tanto yo Buscando la canción que aún te debo Jugando al escondite con el miedo Tratando de cumplir con la promesa De darte un nuevo mundo cuando crezcas Y mientras tanto tú Trayendo algo de luz en el laberinto Tejiéndome una manta para el frío Saltando como loca en cada charco Librándome del miedo y sus candados Librándome del miedo y sus candados El invierno sitiaba Madrid y cerraba otro cine Un maldito desahucio, un festín para elegantes buitres En las casas de apuestas un niño blasfemaba Se cerraban fronteras, se ocupaban las plazas Casi sin darme cuenta, escribí el relato pendiente Y la historia no hablaba de mí, hablaba de lo urgente De mujeres valientes alumbrando este marzo Hablaba de la gente que no baja los brazos Y mientras tanto yo Buscando la canción que aún te debo Jugando al escondite con el miedo Tratando de cumplir con la promesa De darte un nuevo mundo cuando crezcas Y mientras tanto tú Trayendo algo de luz en el laberinto Tejiéndome una manta para el frío Saltando como loca en cada charco Librándome del miedo y sus candados Librándome del miedo y sus candados Librándome del miedo y sus candados