Tom: C C F Te debo una canción Am SOl que hable de mujeres con piel de quinoto, C F del frío manantial Am G que lava las arrugas de tu rostro. F Em De hombres que maldicen Am G y salvan del incendio tu retrato, F Em con voz de caracola, Am G gritan tu nombre en los acantilados. C F Te debo una canción Am SOl para desalambrar cada mañana, C F para quitar la sal Am SOl del llanto del color de tu pijama. F Em Para cuando camines Am SOl al borde de la vida cada lunes, F Em te desate las alas Am SOl si el metro no se detiene en tu nube. C Te debo una canción G Am pero esta madrugada sin ventanas, F C la usura del raptor de mi futuro, G Am el muro gris que cerca tu jardín, F en fin, no me dejan soñar. C Te debo una canción G Am pero la dulce absenta del olvido, F C ladridos de noche y televisados, SOl Am el muro helado que cerca tu jardín, F en fin, quizá los telediarios, C SOl F no me dejan pensar, ya ves, en melodías. C SOl F Pero yo estoy en ello, te juro que no se me olvida. C F Te debo una canción Am G que limpie el rostro sucio de las hadas F C que encuentras en la calle Am G en lámparas de oro encarceladas. F Em Que hable de los libros Am G que abandonaste en los bancos del parque, F Em que cuentan el secreto Am G que mantuvo despierta a Sherezade. C F Te debo una canción Am G que aplaque la iracunda madrugada F C si rapto a tu marido Am G y en cualquier bar las musas nos atrapan. F Em Pues, si llegamos tarde, Am G la noche nos abriga como madre F Em que cuida a sus retoños Am G y teme que sus niños se hagan grandes. C Te debo una canción G Am pero esta madrugada sin ventanas, F C la usura del raptor de mi futuro, G Am el muro gris que cerca tu jardín, F en fin, no me dejan soñar. C Te debo una canción G Am pero la dulce absenta del olvido, F C ladridos de noche y televisados, SOl Am el muro helado que cerca tu jardín, F en fin, quizá los telediarios, C SOl F no me dejan pensar, ya ves, en melodías. C SOl F Pero yo estoy en ello, te juro que no se me olvida.