La sirena se embarcó en un buque de madera. Como el viento le faltó, no pudo llegar a tierra y a media mar se quedó cantando la petenera. Estando yo recostado en los frescos de la arena oí la voz de un pescado que le dijo a la sirena, qué trabajos he pasado por amar a esa morena. Un pescador en la Barra no pudo dar con bola. Por pescar una mojarra, pescó un sapo de la cola que no cualquiera lo agarra.