(Cueca) El veinticinco de enero me tomaron prisionero por robarle al Padre Santo las velas y los candeleros, el veinticinco de enero. Le robé la sotana, ay mamá, los pantalones, un librito de misa, cuatro crespones. Cuatro crespones, sí, los elementos, otro librito de misa, los sacramentos. Le pelé la camisa en plena misa.