No confundas jinete el latir de tu corazón con el galopar La tarde se inclina y no siempre estas y no Siempre estas Senderos de ensueños, camino a la libertad en un largo andar Y mi dulcinea me espera otro día más y al verme llegar En sus ojos vi toda la magia que un día perdí Ella es mi pilar, me da la fuerza para continuar Ella es savia, sal y mar, manantial de fuego y vida Luz eterna, es mi Sol, es mi paz Ella es la sangre, la vida y mucho más Y dormido entre las alas de tu alma, que me cura la amargura sin dolor Donde descanso de lidiar en la batalla en que sangro mi corazón No confundas jinete el latir de tu corazón con el galopar Allí voy, allí voy sé que iré