Cayeron las sombras del atardecer Y el verde paisaje oscuro quedó Los trinos se duermen en las quietas ramas Ya todo enmudece la noche llegó Allá en el obraje callaron las hachas Los troncos heridos habrán de llorar Sus lágrimas rojas, mojarán las raíces De otros gigantes que hay que derrumbar La espalda vencida brillosa en el Sol Mis manos curtidas el hacha dejó Soy hombre y paisaje todo corazón Silbando en la noche me vuelvo canción Yo se que mañana tendré que volver Los ojos del monte me verán pasar Pero en la alborada ya no habrá silencio Sus trinos al viento las aves darán Yo voy como un duende con el hacha en mano Y el vino cansado de mi soledad La cabeza gacha mirando el camino Que solo la Luna lo habrá de alumbrar