No quiero dejar el tiempo de mi guitarra en el aire Sin que perfume una flor, la frescura de la tarde No quiero que muera el eco de los pájaros del monte Cuando se moje la noche con la luz del horizonte No quiero ser el olvido, cuando me tope el silencio Quiero volver en amigos, como un aroma de incienso Porque entre amigos la copa, es un cristal de ilusión Y se hace flor en la boca, las penas del corazón Ese sagrado misterio de una amistad sin medida Es la que enriquece el alma, eterna antorcha encendida No quiero que muera el eco de los pájaros del monte Cuando se moje la noche, con la luz del horizonte