De todos tus hijos, madre, el peor de todos fui yo. De niño te di trabajo, de grande te di dolor. De niño no comprendía tu sacrificio y dolor. Y hoy, madre, que lo comprendo no tengo ya corazón. Los hombres lloran a solas ambicionando poder, o por dinero, o por gloria, o por alguna mujer. Hay otros que también lloran, atormentado vivir, y yo te juro que lloro, que lloro pensando en ti. Pasé mi vida rodando, dichoso no fui jamás. Tal vez, por ser desgraciado y triste me quieras más. De niño no comprendía tu sacrificio y dolor. Y hoy, madre, que lo comprendo no tengo ya corazón.