Del cielo descendió su furia desatada Sin clemencia ni piedad destrozando cada alma Los lamentos que escuchó fueron música en sus oídos De esta purga celestial ninguno ha sobrevivido Y paso a paso su exterminio fue ejecutado Nadie es libre todo ya ha terminado Yo soy tu Dios, tu verdugo y la verdad No luches más pues la muerte ya vendrá Las sombras en batalla mi alma guiarán Niebla oscura, frío y muerte, pronto me agobiarán En el lodo lentamente poco a poco se hundirán Tu soberbia y tu sangre ya nunca verás más Y largo tiempo su lucha perduró Padres e hijos envueltos en dolor Solo el poder, tener control total Calmaría su insaciable crueldad