El día once de Enero, presente tengo la hora Se cometió un homicidio, en Bacanuchi Sonora Dos personas cometieron, el horrible asesinato Para hacerse los amores, y pasar mejores ratos Dice Lázaro Ramírez, tengo planeado el asunto Para las siete la tarde, ya Rafaelito es difunto Lázaro estaba seguro, que no podía fallar Matando a Rafai Ramírez, hasta lo pudo enterrar Otro día por la mañana, Socorro pedía clemencia Mi marido no ha llegado, tenía sucia la conciencia Lázaro en el tribunal, dijo esto es muy bochornoso Pero Socorro insistió, que asesinara a su esposo La cárcel de Cananea, por todo el mundo es famosa Para los dos asesinos, una pena rigurosa Estos versos los compuse basándome en mi talento Mi nombre es Francisco Torres, miembro de este ayuntamiento