Te conozco, estoy a tu puerta, llamo Si oyes, me abres, entraré Quiero cenar contigo Preocupada, por lo que piensan Presionada, por el éxito Enajenada Por qué vivir con miedo Si de mí nada quieres sino a mí Vayas a dónde vayas siempre te he enviado Vengas de donde vengas siempre te he esperado Que cuando escuches quieras recibir Que cuando mires lo hagas a través de mí Que lo des todo Y dejes abolida cualquier posesión propia Lo mío Señor es lo pequeño, lo insignificante Saca tú de mí nada lo gigante Te conozco, estoy a tu puerta, llamo Si oyes, me abres, entraré Quiero cenar contigo Vayas a dónde vayas siempre te he enviado Vengas de donde vengas siempre te he esperado Que cuando escuches quieras recibir Que cuando mires lo hagas a través de mí Que lo des todo Y dejes abolida cualquier posesión propia