Frank Delgado

Inmigrante a Media Jornada

Frank Delgado


Yo soy un inmigrante a media jornada,
una memoria codificada
en el archivo de La Paternal.
Yo soy algún cachorro de la camada
buscando en forma desesperada
pues otra teta a dónde ir a mamar.

Y aunque no tenga derecho
a lo hecho, pecho.
Me dejan siempre deshecho
los mensajes de papá.

Y aunque se me caiga el techo
doy por hecho
que este miércoles estrecho
me voy a echar a volar.

Yo soy el de la Ley de Reforma Hablada,
del teorema de la escapada
sin la necesidad de navegar.
Yo soy un inmigrante a media jornada
que en contubernio con la embajada
soy miembro de la Casa de Amistad.

Y aunque no me tenga en cuenta
aquel que alienta
que no me compre herramientas
que no hay nada que arreglar.

Y aunque seas virulenta
a veces rápida,
otras demasiado lenta
igual me vas a tragar.

Y tú vendrás a mí
como palabra mágica que abre una puerta.
Como una periodista sentada
frente a una agenda abierta.

Y tú vendrás a mí
diciéndome que yo me ando chupando el dedo,
que soy un nihilista sentado
en una nube de pedos.