Ciertas noches al dormir me pongo a leer. Y tal vez necesito instantes de silencio. Varias veces contigo sabiendo que te quiero me enfado inùtilmente sin verdadera razòn. De manana en la calle el tràfico loco me agota. Me enervan los semàforos y los stops. Por la tarde vuelvo a casa con un malestar especial. No sirven tranquilizantes o terapias. Se quiere otra vida. El divàn es còmodo, los mandos en la mano. Cuentos de bajos fondos dan las dos y los chicos lloran. Por la via la cuarta linea del metro que avanza. Los coches aparcados en triple fila. Por la tarde retorno con desgana y aburrimiento. No sirven excitantes ni ideologìas. Se quiere otra vida.