¡Noble Franco! ¡León alado! Tu nombre como un tesoro grabado con letras de oro en la historia quedará. Por tu gesto temerario y tu proeza eminente eres otro astro fulgente que en el orbe brillará. ¡Salve! ¡Al Pajarito de Oro!, alma hispana, heroico y fuerte, que se encaró con la muerte ebrio de luz y valor, y que conquistó laureles para su patria querida poniendo en riesgo su vida de soberbio volador. Fiel patriota, hidalgo y bravo, que derramaste a raudales tus hazañas colosales palpitantes de emoción, hoy te aplaude todo el mundo -¡Oh, piloto venerado!- ¡porque un nuevo triunfo has dado a tu gloriosa nación!