La vida sigue, ya lo ves. Nos separamos y nada fue. Ni el mundo se detuvo ni nadie llora. Ayer, cuando cruzamos entre la gente, ya fuimos dos miradas indiferentes. Como si nunca hubiéramos jurado, palabra tras palabra, falseando sueños. Como si nunca hubiéramos fumado del mismo cigarrillo, cansados, quietos. Y ayer, cuando cruzamos entre la gente, ya fuimos dos miradas indiferentes. Y que nadie llora, ya lo ves. Desconocidos, igual que ayer. La noche, luego el día, la vida sigue. Y ayer, cuando cruzamos entre la gente, ya fuimos dos miradas indiferentes. Desconocidos, desconocidos, igual que ayer.