Todo fue de los dos, el mar y el cielo, la arena de la playa, de los dos. Y la estrella más bella entre tu pelo y el tibio valsecito, de los dos. Todo fue de los dos, la noche aquella, el sueño que tu sueños le confié, y la luna de azúcar y el charquito y el tibio valsecito de los dos. Pero luego la luz del frío con su hastío total nos cubrió, las palabras trajeron palabras y otro amor se llevó nuestro amor. Hoy que lejano parece el romance y que triste que está el corazón, que pequeña palabra es tristeza, ya ves, y nos deja, sangrando a los dos.