Veo fríos rostros pasar Vacíos de alma, vacíos de paz Me reconozco en la multitud Mis ojos me revelan hoy la luz Movido por la voluntad de unos pocos Veo un mundo que marcha sin pensar Engranajes despojados de espíritu Desnudan una patética realidad Abandonados, perdido ya el orgullo Siguen el camino marcado Marcado por quienes hubieron de pasar Asumiendo el hecho de no ser Forzados a vivir su inconsciencia Destruidos están sus sentimientos Dan la bienvenida a un nuevo milenio Que alimenta la irrealidad La inteligencia desangra su orgullo Congratulándose por nimiedades Siguiendo envenenada al rebaño Incapaz de ver que va al matadero Esclavos de un destino Que supo forjar cadenas inquebrantables Y así puedes ver que día a día Resignados, asumen el hecho de no ser Esclavos de un destino Que supo forjar cadenas inquebrantables Y así puedes ver que día a día Muertos en vida pagan el precio de no ser