Soy un Dios que castiga con miedo y que tortura por placer. Capturo otra presa, disfruto sus gritos Alabanzas a mi poder. Nunca podrás escaparte Saldrás de aquí cuando yo lo quiera Y si quiero, harás lo que te diga Escucharás mi voz, siempre. Encerrada en un cuarto sin luz, durmiendo en el piso Deseo de esta niña la ofrenda virginal de su primera sangre. Obras de una mente enferma, otro escenario Obras de una mente enferma Otro escenario, misma rutina.