¡Hay caminos que no se olvidan jamás! ¡Malezas que no pueden avanzar! ¡Y cantos de sirena que escuchar! ¡Inolvidables nombres! frentes altas angustia y decisión y un llanto apagado por el calor (de las balas) ¡Sol! - gritaron a unisono con su voz y fueron a dejar su vida allí: al mundo de injustcias y dolor, tras un hondo respiro y acarician sus rostros la canción que los cisnes se aprestan a entonar previamente a su desaparición: la de una vida como una flor ... inmensidades..