Cruzaron el mar En viaje hostil bajo del cielo Aguas bravas hambre y miedo En busca de tierras nuevas A encontrarse el fuego nuevo. El espejo de agua es destino Bestias y hombres de metal Como profecía Como dicta el augurio Buscan doncellas quieren guerras de flores. El viajero volvió Con el color del Quetzal en los ojos Volvió y nunca más partirá Su corazón se quedará con nosotros. Su raza y su gente lo cobijan al llegar No más angustia por su regreso Y no vivir el la orfandad No más lágrimas mirando hacia el mar. El viajero volvió La tumba no yacerá en el agua Yacerá en mi corazón Y me negó una mirada más.