Errante, solitaria, deja el vagón del destino, buscando en la vieja calle, la razón de un tiempo perdido… Paloma mensajera que no encontró camino, llevando en su bandera el color del canto herido… Vagó, acariciando el viento, quemó sus manos al luchar, quedando sólo el sentimiento y un grano más de libertad. Pensó cambiarse con la nube mas, la nube no sabe volar, quería agitar las alas y no dejarse arrastrar… Cansada de vagar, no hallando una razón, bajó a los olivos, se despojó del viento, quedaba un sentimiento: la libertad de amar.