Dolor que me consume Sin piedad. Dolor que no merezco Por amar. Castigo de vivir Sin poderte olvidar. Tu ausencia es un tormento Que tortura sin matar. Tu sombra persigue Mis horas sin fin. Tu voz no me deja vivir. Te extrañan mis ojos, mi boca Y mi pasión te invoca En la imagen de dios. Hay cosas que el alma No olvida jamás, Por más que las quiera olvidar... Tu sombra bendita La llevo en mi ser, Hoy más, si es posible, que ayer. Estás en mis caricias, En mi piel, Y soy tu prisionera, Sombra fiel... Si corro tras de ti, No te puedo alcanzar, Y si huyo me atormenta Con tu asedio, ¡tu crueldad!