Yrigoyen, Presidente la Argentina te reclama, la voz del pueblo te llama y no te debes negar; él necesita tu amparo, criollo mojón de quebracho plantado siempre a lo macho en el campo radical! Desde el suburbio al asfalto mil voces claman y lloran, todas las almas te adoran y quieren verte feliz. Viejo sencillo y valiente, para los pobres guarida, me juego entero la vida: serás gloria del país. Tendiste a todos la mano siempre lista al sacrificio. Nadie te pidió un servicio que lo supieras negar... Si de puro generoso, y de mostrar tanto celo, fue tu único consuelo el tener algo que dar. Mañana cuando en las urnas suenen las dianas triunfales, y los votos radicales las demás listas arrollen, bien al tope las banderas y en alto los estandartes, gritarán por todas partes: ¡Viva Hipólito Yrigoyen!