Viejo amor de París aun guardo de ti mi más tibia emoción... Bullicioso "quartier", florido rincón de la que tanto amé Qué extraño es el temor da hallarse sólo y evocar, cayendo en un sopor alucinante y al soñar, buscarte ansiosamente en los espejos de mi ayer. Y entre unas espirales de humo azul verte surgir, ¡Mujer!... Sentirte aparecer como una sombra y escuchar tu carcajada cruel, tu gesto altivo y tu maldad. Mas todo, todo es sueño, en estas noches blancas. ¡Y qué cercana estás aún en mi corazón! Tu imborrable pasión ha sido, lo sé, mi romance mejor. Sombras, besos de ayer, sobre el corazón, hoy se ha puesto a llover.